sábado, 1 de enero de 2011

Hasta siempre 2010

Efectivamente, hasta siempre 2010. Creo que cualquier aficionado al deporte jamás podrá olvidar este maravilloso año que hemos dejado atrás. Ha sido un año lleno de éxitos, desde el oro en piragüismo masculino hasta el mundial de fútbol, pasando por la recuperación del número uno del mundo de Rafael Nadal (24).

El deporte español está, seguramente, en su mejor momento.

En los mundiales de natación en piscina corta celebrados en Dubai, hemos conseguido un notable tercer puesto en el medallero de países con 8 medallas. Mireia Belmonte (20) fue la deportista española más laureada con 3 oros y 1 plata, además de ser designada como la mejor nadadora del mundial.

En los mundiales de piragüismo de este año conseguimos otro oro en relevos, seguramente esto no sabrían muchos, pero ahí está, otra prueba más de que España ya no va a la mayoría de competiciones a pasar el rato.

Como no hablar, por supuesto, de un Fernando Alonso (29) brillante durante la segunda mitad del año. El año empezó de la mejor forma posible, con la victoria en Bahrein, pero algo decía que había un coche muy por encima del rojo de Fernando (que por entonces no parecía un Ferrari). Y tras varios despropósitos, entre los que se encontraron varios errores del asturiano, al llegar el ecuador del campeonato, Magic puso cara de carreras y se convirtió en el martillo pilón que le ha caracterizado desde su aterrizaje en la categoría reina del motor. Fue un mundial que en condiciones normales tenía que haber ganado RedBull a falta de 6 carreras, pero el Nano y Ferrari trataron de impedirlo, y de no haber sido por la CAGADA de la última carrera, Alonso sería tricampeón de F1. En cualquier caso Alonso se proclamó subcampeón del mundo, y fue nombrado, por los pilotos primero, y más tarde por los jefes de equipo, como el mejor piloto de Fórmula 1 del mundo.

Por supuesto no voy a dejar pasar a la selección de baloncesto. Jamás habíamos disfrutado tanto como nos hizo disfrutar esta selección con aquel oro de Japón. Puede ser que el mundial de este año haya sido una espinita en un año casi redondo, pero no es así. No debemos olvidar que esta SÚPER selección, tras proclamarse campeona del mundo, consiguió una plata en el europeo al año siguiente, otra plata en los juegos olímpìcos contra EEUU y otro oro en el europeo del año pasado tras superar muchas dificultades al comienzo del torneo. Este año, además, teníamos el hándicap de ir sin Pau (30) y sin Calderón (29), seguramente los dos jugadores más importantes de nuestra selección, dos piezas claves en la mejor selección española de la historia. Y para colmo la eliminación ante Serbia fue con un triple de leyenda desde la casa de los padres de Teodosic (23). España dejó a Serbia consumir el tiempo, y este valiente base serbio se la jugó, y por desgracia le salió.

Pero sin salir del baloncesto, no olvidemos el bronce logrado por nuestras féminas. Nunca habíamos conseguido un metal en un mundial de baloncesto femenino, y ellas lo han conseguido. Capitaneadas por Amaya Valdemoro (34) lograron hacer historia. Cayeron en semifinales contra EEUU, la anfitriona, y equipo favoritísimo para alzarse con el triunfo. Este, junto con otro partido en la segunda fase contra Rusia, fueron las dos únicas derrotas de las españolas. El bronce se consiguió ante Bielorrusia.


En fútbol, tras el éxito de la eurocopa de 2008, llegábamos como favoritos al mundial de sudáfrica. Pero por fin era un favoritismo fundado en una base creíble y razonable. España maravillaba con su juego preciso sólo al alcance unos pocos privilegiados, y bajitos... El mundial comenzó con un duro golpe, la derrota contra Suiza, pero España se levantó y se clasificó como primera de grupo. En octavos nos esperaba Portugal, con Cristiano Ronaldo (25) a la cabeza, y tras muuucho muucho sufrimiento, un gol de David Villa (29) nos daba el pase a cuartos. Allí nos tendríamos que ver las caras con Paraguay, un partido que se presumía fácil, pero que se complicó, y mucho. Un penalti hacía despertar a los fantasmas de cuartos, pero el santo, el héroe, el increíble, el maravilloso, el campechano, el capitán, Don Iker Casillas (29) paró la pena máxima, y a los poco minutos, de nuevo Villa hizo el gol que nos metió en semis. Aquí parecía que ya habíamos pasado lo peor, pese a que nos veríamos las caras con la todopoderosa Alemania. Un partido de tú a tú, difícil, sufrido, precioso, maravilloso, grandioso, que con un testarazo de Tiburón Puyol (32) (gracias Montes por tus apodos) nos llevamos la victoria y el pase a la final de un mundial por primera vez. Esta vez sí, este mundial tenía que ser nuestro, nos lo merecíamos, habíamos sufrido demasiado como para volver sin la copa. Recuerdo que amanecí el 11 de Julio con 40 de fiebre, y comencé el encuentro con 39. Durante el día sólo pensaba en los momentos duros. El codazo a Luis Enrique (40) tu padre es Amunike (40) en el 96, el autogol de Zubi (49) en el 98, el batacazo contra Francia en 2006, pero sobre todo, aquel fatídico partido en el mundial de 2002 contra Corea, en el sofá de mi casa con mi hermano @causegoal, los dos arropados con una bandera de España, y con las lágrimas en los ojos. No fue justo y el fútbol nos debía una.

Contra Holanda el partido, como no, debía ser dramático, pero por ser la final lo fue mucho más. Aquella ocasión de Robben (26) nos tuvo hundidos, tumbados, impotentes, pero un pie del santo nos salvó (como ante Paraguay). El partido acabó como empezó, con empate a cero. De momento las artes marciales de De Jong & company, conseguían su propósito, que era no dejar a la selección desplegar su juego. La prorroga avanzaba sin cambios, con dominio de España, pero sin goles, hasta que una jugada en la que Torres (26) trata de meter el balón a Iniesta (26), y un defensa corta, por suerte el balón se le queda a Cesc (23) en la frontal, este decide dársela a Andrés, quien controla y en el minuto 115´55 logra meter el gol que daría el primer mundial a España. España entera saltó, gritó, lloró... Nunca olvidaremos aquel 11 de julio en el que un equipo hizo llorar a un país.

Y claro, hablar del deporte contemporáneo, es hablar también de Rafael Nadal. El tenista español, ha logrado superar sus problemas físicos, consecuencia de un calendario sobrehumano (no olvidemos que por mucho dinero que ganen, y muchos triunfos que cosechen, son personas). El mallorquín posiblemente haya hecho este año su mejor temporada, por algo se ha ganado el reconocimiento de todos siendo nombrado como el mejor deportista del año. Recuperó su reinado en Roland Garrós frente a su verdugo en 2009, Soderling (26). Tras acabar el torneo, Nadal recuperó el número 1 de la ATP. Más tarde ganaría Wimbledon, y para poner el broche de oro a su temporada, ganó el US Open. Tres grandes en un año. Por fin conseguía llenar los huecos en su vitrina reservados para los cuatro Grand Slam. Algo al alcance de muy pocos, y recuerdo, todo esto con 24 años.

También quiero hacer mención al tercer tour de Contador (28), manchado por el supuesto dopaje. De momento no se ha demostrado nada, por tanto el Tour sigue siendo suyo. Un caso cuanto menos extraño, que esperemos que se quede en un malentendido y que se solucione de la forma lo más justa posible, si se ha dopado, sanción correspondiente y con la dureza correspondiente, si no se ha dopado, disculpas a un ciclista al que se le ha manchado su reputación, la justicia siempre por delante, al margen de las nacionalidades. Pero jamás olvidaremos ese cara a cara con Andy Schleck (25), aunque si era de mentira, pierde valor.

No quiero dejar escapar la oportunidad de hablar de un bicampeón del anillo de la NBA. Pau Gasol, el mejor jugador español de la historia. Rodeado de estrellas se ha forjado como una pieza clave en el equipo de Phill Jackson (65). Los Ángeles Lakers se hicieron con el título que galardona al mejor club de baloncesto del mundo, y en ese club, hay un español.

Otro éxitazo sin precedentes? Pues el triplete en motociclismo. Marc Márquez (17), Toni Elías (27) y Jorge Lorenzo (23) se proclamaron campeones del mundo en 125, Moto 2, y Moto GP respectivamente. En 125 la temporada fue 100% rojigualda, no había ninguna alternativa al título que no fuera española, Terol (22) y Espargaró (19) completaron el podio del campeonato del mundo. Toni Elías bajó de categoría, según él para coger inercia ganadora, y vaya si lo consiguió. Y en la categoría reina, tras la caída de Valentino Rossi (31), el título era cuestión de tiempo que se lo llevara Jorge. Lorenzo de todas formas, cuando Vale tuvo la caída, lideraba el mundial, sería injusto decir que Jorge ha ganado el mundial por la caída del que posiblemente sea el mejor piloto de la historia del motociclismo. Pedrosa (25) hizo segundo en el mundial, el piloto que mejor traza de la parrilla no disputó tres de las 5 últimas carreras por una caída, pero logró aún así el subcampeonato del mundo. Una temporada que será muy difícil de superar para el motociclismo español, que no sólo tiene presente, sino que también tiene futuro.

También merece una mención el Atlético de Madrid, campeón de la Europa League. La anteriormente llamada Copa de la UEFA se sometió a una serie de cambios, y el Atlético ganó la primera Europa League. Más tarde se proclamaría como el SÚPER CAMPEÓN de Europa ganando al campeón de la Champions.

Alguno hablará del dopaje, pero os digo que el dopaje influye en deportes 100% físicos, como por ejemplo el atletismo, en deportes técnicos, el físico, no lo es todo, hay que ser bueno. Nadal no pone las pelotas en la esquina por el dopaje, ni reduce la moral de sus rivales con trampas, ni siquiera llega a todas las pelotas por sustancias ajenas a su metabolismo, él es un portento. Lo mismo ocurre con Xavi, Xabi y compañía, no se llega a la portería contraria en 17 pases al primer toque con la precisión de un francotirador por el dopaje. Y lo mismo ocurre con el baloncesto, Navarro no mete esas bombitas por ir dopado, ni Calderón es tan sumamente bueno por el dopaje. Tampoco Alonso destroza la moral a sus rivales dando vuelta tras vuelta sin cometer errores, marcando vuelta rápida tras vuelta rápida por el dopping, ni Lorenzo hace esas pasadas, ni Pedrosa hace carreras y carreras enteras sin errores. Así como tampoco en piragüismo los nuestros remaron más rápido que sus rivales o en natación Mireia Belmonte nadó como un delfín hacia sus tres oros gracias a productos prohibidos.

No quitemos mérito a los nuestros, por fin somos alguien, no seamos idiotas y no infravaloremos nosotros mismos a los deportistas que nos representan allá donde van. Somos buenos, porque somos buenos. Tenemos a la que posiblemente sea la mejor generación de deportistas de todos los tiempos, disfrutémoslo y valoremos lo que tenemos. Dudo que un americano o un francés, por ejemplo, ponga continuamente en duda a sus deportistas, ellos han superado sus complejos, ya es hora de que en España hagamos lo propio.

Con esto voy a acabar, aunque sé que se me habrán olvidado cosas. Si os acordáis de alguna, decídmelo, o bien mediante Twitter (soy @godinelli) o bien con un comentario.

Espero que hayáis disfrutado leyendo, tanto como yo escribiendo, alguna lágrima se ha escapado, y es normal, ha sido un año memorable, imborrable, perenne en nuestras memorias. Algún día, podremos contar a nuestros hijos o nietos que nosotros vivimos el 2010, y que ese año rompimos con todos los tópicos del españolito acomplejado.

SER ESPAÑOL YA NO ES UNA EXCUSA, ES UNA RESPONSABILIDAD.

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